Me llamo Chen Manyi, tengo 47 a?os de edad, trabajo en la Empresa de Gas de la Ciudad de Fuxin de la provincia de Liaoning, con domicilio del edificio N? 52-4, comunidad de Dongyuan, distrito de Xihe, ciudad de Fuxin. El 26 de junio de 2009, participé en la ceremonia funeral de una vecina, pero presencié una escena desconcertada.
El suceso se origina desde mi vecina de muchos a?os Wang Guiqin, quien nació en 1951 y fue jubilada de la misma empresa. Ordinariamente era una persona muy trabajadora y poco comunicativa. Como era mayor que nosotros, siempre le llamábamos "maestro Wang" o "Hermana Wang" con mucho respeto. En mayo de 1998, Wang quien sufrió las diabetes empezó a practicar el Falun Gong para tratar la enfermedad y fortalecer la salud. A raíz de que lo practicaba más avanzadamente, estaba más fascinada y convencida de que el Falun Gong pudiera "eliminar el ye y tratar enfermedades". En la empresa, le veíamos frecuentemente practicarlo sola, sentada con piernas cruzadas en la silla, con ojos entrecerrados y manos erguidas, murmurando algo sin moverse durante mucho tiempo. Antes trabajaba activamente, pero desde entonces perdió el entusiasmo y la seriedad en el trabajo. Anteriormente disfrutó mucho de ense?arnos las técnicas, pero de aquel momento nos trataba cada vez más indiferentemente. Cuando charlábamos con ella, apenas habló, empezó a propagar las ventajas de la práctica del Falun Gong y a persuadirnos a practicarlo. Bajo su influencia, su hija Guo Yang y su hjio Guo Wei también iniciaron la práctica y estaban fascinados por el Falun Gong.
La persisitencia en la práctica del Falun Gong no le trajo el bienestar, al contrario, como se negó a tomar medicinas y tratamientos a largo plazo, su enfermedad se empeoró, y tuvo que jubilarse con antelación en 2000. Después de retirarse, Wang Guiqin se iba más fascinada por el Falun Gong, su esposo se quejó de que todos los días lo estudiaba y practicaba de sol a sombra, concentrandose en elevar el nivel, eliminar el ye, lograr la perfección y ascender al cielo lo antes posible, sin embargo, al verle así, sus amigos y familiares no tenían ningún remedio. En mayo de 2008, por la hipoglucemia Wang se desmayó en el cojín de la práctica en casa, a través de los tratamientos urgentes de la entidad 120, se salvó del peligro. Debía continuar tomando las medicinas para reforzar los tratamientos, pero insistió en que la práctica del Falun Gong pudiera limpiar el cuerpo, por lo que se negó a recibirlas. Siendo su vecina y colega, le visitaba muchas veces y persuadía a continuar con los tratamientos médicos y a reexaminar periódicamente. Sin embargo, no me hizo caso, e incluso su hija me despreció. A la una de la madrugada del 24 de junio de 2009, Wang murió instantáneamente en casa por las complicaciones de diabetes, con 58 a?os de edad.
El 26 de junio de 2009 se celebró su ceremonia de entierro, los compa?eros de su trabajo y yo participamos apenadamente en el funeral. En el proceso de la ceremonia funeral, sentimos algo incómodo, generalmente los hijos del difunto se sentían muy tristes, pero los de Wang no se sintieron dolorosos por la pérdida de la madre, al contrario, esbozaron de vez en cuando sonrisas. Como su vecina y amiga, les ayudé en arreglar los asuntos para el funeral. A más de las 8 de la ma?ana, acompa?é a sus hijos a vertificar el número para tomar la ceniza de huesos de Wang Guiqin, cuando estábamos esperando a que la temperatura alta bajaría y preparándose para ponerla en un ataúd, su hija Guo Yang me impidió de repente, tomó un palillo y quitó la ceniza de huesos de su madre repetidamente, como si estuviera buscando algo. Le preguntó Guo Wei: "Hermana, ?qué estás buscando?" Le contestó Guo Yang sin levantar la cabeza: "Estoy buscando si hay ruedas de Falun en la ceniza de huesos de madre." "?Ruedas de Falun, en la ceniza de huesos?" Las busqué con curiosidad y detalladamente, quise ver cómo eran las ruedas de Falun en la ceniza de huesos de Wang Guiqin. "?Las has encontrado?" le preguntó Guo Wei con mucha ansiedad a su hermana, "?Las has encontrado ya?" De vez en cuando se agachó y su vista persiguió el palillo de Guo Yang con que estaba examinando en la ceniza de huesos. Tras un rato, Guo Yang dejó de buscar y se levantó, diciendo a Guo Wei fríamente: " No hay ruedas de Falun, creo que la práctica de mamá todavía no tiene éxito, no logra las ruedas de Falun."
Al oir eso, me sentí muy desconcertada, el Falun Gong no sólo privó una vida demasiado temprano, sino también que burló la mente de la gente y destruyó la paternidad entre hijos y padres, ?qué malvado el Falun Gong!