Me llamo Wang Sugui, de 56 a?os de edad, vivo en el Paseo Shiren Nan de la ciudad de Chengdu. Cheng Zhirong es mi esposo. Nosotros y el hijo estuvimos fascinados por el Falun Gong.
En 1997, mi pareja y yo perdieron trabajos sucesivamente, todo el día no teníamos nada que hacer y estábamos en la crisis económica. Mi esposo se preocupaba mucho por esa situación, yo entendía que quería cambiarla lo antes posible. Hasta algún día, regresó a casa contentamente con un libro de portada azul titulado "Zhuan Falun", me dijeron que encontraba la manera de cambiar la vida. Se?aló que el Falun Dafa se difundía en el mundo, la práctica del Falun Gong no sólo fortalecía la salud, sino también podía "fomentar la potencia", "elevar a un alto nivel" y finalmente "llegar a la perfección". Lo ponía por las nubes, aunque no creía en eso completamente, acepté las falacias heréticas del Falun Gong muy pronto en ese apuro. A raíz de que se profundizaban la práctica y el estudio, estábamos más fascinados por el Falun Gong. Consideramos que la causa de nuestra miseria era el ye y estábamos eliminándolo, cuando nos convirtiéramos en "buda, tao o dios", podríamos conseguir todo lo que quisiéramos. Bajo este pensamianto, mi esposo y yo estábamos obsesionados en la práctica y el estudio del Falun Gong, no queríamos cambiar la situación a través de trabajos. Influído por nosotros, el hijo Cheng Jin también practicaba el Falun Gong, no tenía ganas de ir a la escuela, sólo quería seguirnos para ser el dios. En vez de ractificárselo, creíamos que tenían las relaciones entre el hijo y el Dafa, siendo su destino.
Así, nosotros tres lo practicábamos y estudiábamos todos los días. En este período, los comportamientos de mi esposo iban cada día más raros, pero yo estaba tan obsesionada en el Falun Gong y no hice caso de eso. Me dijo que había conseguido la potencia, pudiendo ver las situaciones de otro espacio. Algunas noches, lo encontraba de pie al lado de ventanas, mirando atontadamente los exteriores y murmurando algo cuando me despertaba. Luego, me indicaba constantemente: "Voy a llegar a la perfección, el maestro me recibirá pronto. Tenéis que practicarlo con más esfuerzos." Aunque cada día contaba que iba a conseguir la perfección, su estado de ánimo se había vuelto más decaído. Le notaba algo extra?o, pero fascinada en el Falun Gong, creía que era el fenómeno normal cuando lo practicaba a un cierto nivel, y no tenía nada que sospechar.
Al inicio de 2006, decía que le dolía la cabeza. Consideraba que tenía demasiada persisitencia y alegría, sin embargo, se?aló que siendo un indicio de liberar las energías, el maestro estaba abriendo la cerradura de otro espacio que llevaba guardada sus potencias, ya había llegado a un nivel tan alto. Seguimos practicando y estudiando el Falun Gong, con la esperanza de la llegada del día de conseguir la perfección. Finalmente, no vino el momento de la perfección, al contrario, la muerte de mi esposo.
En marzo y abril de 2006, como no logró la perfección, mi esposo estaba cada vez más ansioso y sus comportamientos más extra?os, frecuentemente ponía de pie cerca de las ventanas, no decía ninguna palabra durante unos días consecutivos. Aunque me sentía preocupada, consideré que no pasaría nada al pensar que practicaba el Falun Gong desde hacía muchos a?os, aún más con la protección del maestro. El 29 de mayo, mi esposo se arrojó desde lo más alto del edificio, terminando la vida. Cuando vi su cadáver sangriento, me estremecí. ?Acaso fuera la perfección que intentábamos lograr? En los escritos póstumos que me había dejado, comentó que de los errores producidos en la práctica resultaba el suicidio. Sin embargo, la conclusión del médico forense es la esquizofrenia que se empeoraba, por fin le condujo a suicidarse lanzándose desde edificio.
Después de un a?o, con las ayudas de los voluntarios, el hijo y yo salimos completamente de la obsesión del Falun Gong, pero cada vez que me acuerdo de mi esposo fallecido, cabe preguntar a Li Hongzhi: "?Es la perfección que propagas?"