La foto de la hija de Zhang Jun
Me llamo Zhang Jun, nací en un pueblo pobre en 1930, y me convertió en huérfano de padre cuando tenía 8 a?os y de madre cuando tenía 10 a?os. Me alisté en el ejército cuando tenía 16 a?os de edad. Después de cambiar de oficio, me retiré y ahora vivo en el edificio NO.2 del distrito Hongsheng de la ciudad Jinan de la provincia Shandong. Tengo un hijo y una hija. Me tratan muy bien. Vivimos felices.
El a?o 1996 es un a?o muy importante para mí. Antes de la fiesta primaveral, mi esposa murió sin presagio y en el abril mi hijo fue condenado por el desfalco de fondos públicos. Después de los dos asuntos, me sentía que la realidad era demasiado horrible y inclemente. No tenía confidencia en nadie. En la fiesta de la luna llena de 1996, un subordinado antiguo me recomendó el Falun Gong. A decir verdad, al comienzo no me interesé nada por el Gong. Pero cuando hablaba de la verdad, bondad y tolerancia, y ser una persona buena, me emocioné y iba a escuchar las conferencias y al parque para ver la práctica.
Compré los libros como el Falun Gong de China y Zhuan Falun, y los leí palabra por palabra. Me interesé por la perfección, el nivel más alto y el mundo del Falun. Desde allí, me levanté a las cuatro cada día para leer libros, escuchar cintas y ver videos. Poco a poco, me volví más tranquilo y mi cara pálida recuperó el color rosado. Creía que era la buena suerte que traía el Dafa.
Como aprendía el Fa con afán y progresaba con rapidez, además era un cuadro retirado y tenía banstante influencia y habilitad, al cabo de poco tiempo, se me designaron instructor del distrito y me encargaba del trabajo de este lugar. Una vez, para persuadir a un vecino a practicar el Gong, fui a su casa 7 días continuas. Persuadí a 50 personas a la práctica incluyendo mi hija, la ni?era y sobordinados antiguos.
Mi hija Ahui era mis ojos. Desde ni?a, había sido muy encantadora, amorosa y trabajadora. Aunque ya había casado y tiene su propio hijo, venía a cuidarme cada día. Todos los vecinos le elogiaron. Después de convertirme en instructor, le ordené que se encargara de la comunicación entre los practicantes, copiar los libros y cambiar de las experiencias. Ella se ocupaba no sólo en las tareas domicilias, sino también en el aprendizaje y difusión del Fa.
En el diciembre de 1996, Ahui, que ya hacía un mes que no volvió a su casa, recibió la llama por teléfono de su marido. Cuando llegó al hospital, mi nieto Xiaobao que tenía entonces 39.7 grados de fiebre preguntó a ella:"?Mamá, sólo necesita Falun Gong y me abandona?" Ahui se echó a llorar. Como el siguiente día había una reunión de Falun Gong, le pide a volver a mi casa para escribir el artículo que usaría. Su marido se enfadó y dijo:"El hijo está tan enfermo. No se queda aquí para cuidarle, sino va a practicar el Gong. Todos los días habla de hacer buenas cosas y hacerse una buena persona, pero ahora abandonará a su propio hijo sólo para la práctica de Falun Gong. Ya no es una persona normal." Xiaobao lloró estrechando la mano de su madre y gritó con voz ronca: "Mamá no te vayas,quédate conmigo." Le dije: "Lo más importante del universo es difundir el Fa.Las relaciones son el tabú de la práctica. No necesitas preocuparte por la fiebre de Xiaobao.Con la protección del Dafa,se curará." Desgarré de la mano de Xiaobao y empujé al yerno para salir de la sala con Ahui. Mi yerno no soportaba la práctica de Ahui y más tarde se divorció con mi hija.
Después del divorcio, Ahui abandonó su trabajo, vivía en mi casa y se concentraba en la práctica de Fafa.En el A?o Nuevo Chino de 1997, para celebrar el renacimiento de Ahui, cambié de su nombre a Minghui(significa conocer la sabiduría).
Una vez, encontré a Minghui escondida en el ba?o para llamar a Xiaobao por teléfono en secreto. Abrí la puerta con esfuerza, agarró el teléfono y lo lancé al suelo. Reproché a Minghui por no abandonar las relaciones. Desde entonces, Minghui se dejó de hablar de Xiaobao y se adelgazaba día a día. Además, siempre estaba decaída y aturdida.Mis reproches no le sevían nada.
En mayo de 1997, la salud de Minghui se iba cada día peor y llegó a no poder levantarse de la cama. Sólo podía estudiar el Fa en la cama. Al ver su situación,yo estaba muy preocupado. Hice a la ni?ira a encontrar una docena de compa?eros de practicantes más sofisticados para recitar Hongyin y ahuyentar los males. Recitamos las escrituras del Fa seis días y seis noches, desde la ma?ana hasta la noche con la esperaza de que Shifu le protegiera. Sin embargo, al final, aunque todos estábamos cansadísimos, la salud de mi hija no mejoró. A las 5 de la ma?ana del 13 de mayo de 1997, Minghui se levantó de la cama de reprente. Pensé que era la bendición de Dafa y era un milagro. Tomé su mano emocionado, pero ella dijo sin echarme una mirada:"Voy a encontrar a mi madre." Con un montón de lágrimas derramadas por las comisuras de sus ojos, cerró los ojos para siempre.
Estaba desolado. Shifu había dicho que era el Dios del universo, el Todopoderoso. ?Pero por qué el Dios no podía salvar a la gente? Había dicho que la práctica de Falun Gong traía la buena suerte. ?Era la bendición para mí la muerte de Minghui?
Después de conocer mis circunstancias, los voluntarios de la comunidad me encontraron y me ayudaron a hacer el análisis. Finalmente me desperté de la pesadilla, pero nunca encontraría a mi hija.
