Song Jiefang: el accidente ocurrido en el camino de divulgar el Falun Gong

Me llamo Song Jiefang, tengo 58 a?os. Vivo en el pueblo Linmingguan del condado de Yongnian de la provincia de Hebei. En 1993, mi esposa y yo empezamos a producir las piezas de estándar y no tardamos mucho en construir un edificio de dos pisos y compramos un coche de Santana. Así me convertí en el famoso empresario campesino.

Como trabajábamos días y noches, padecimos de muchas enfermedades y nos convertimos en los jarros de medicamentos. En 1995, para fortalecer la salud, mi esposa y yo empezamos a practicar el Falun Gong y compramos el libro zhuanfalun, de pronto, fuimos atraídos por la elevación, por lo que practicamos el Falun Gong a las 6 de cada ma?ana, colgamos la foto de Li Hongzhi en la oficina. Llevamos todo el día copiando, recitando el libro, escuchando radio, viendo el vidio y haciendo la meditación en la oficina.

Como no nos interesaba la producción durante largo periodo de tiempo, la calidad y la producción bajaron mucho. No pudimos producir el pedido de los antiguos clientes o tuvieron problemas de calidad, lo que ocasionaron muchos da?os económicos a los antiguos clientes. Por eso nos persuadieron que dejáramos de practicar el Falun Gong y apreciáramos los frutos de tantos a?os de dura lucha de mi esposa y yo. Con las persuaciones de los antiguos clientes, estaba en dudas. Sin embargo, los compa?eros de practicante me dijeron: “el maestro es el dios del cosmo, por lo que decide todas las cosas del mundo. El maestro nos protege a los verdaderos practicantes del Falun Gong. ”

Pensaba que había luchado tantos a?os para lograr una vida feliz, ahora si practicaba devotamente, el maestro ma daría una vida feliz y no hace falta ningún esfuerzo. Por eso abandoné las teorías de producción, de venta y administración y pasé completamente por alto las cosas de la fábrica.

Parapoder practicar el Falun Gong atentamente, mi esposa y yo nos mudamos a casa e invitamos la foto de Li Hongzhi a casa. Cada día frente la foto de Li Hongzhi hicimos la meditación y practicamos el Falun Gong esperando convertirse en dios lo más pronto posible.

La fábrica ya estaba en caos debido a la falta de administración. No había quien se encarga de la compra de materiales primas y la reparación de los equipos. Los obreros viendo que no había la esperanza en la fábrica vinieron a mi casa a pedir los sueldos. Les dijo: “somos los discípulos del gran maestro, no nos interesan las cosas de la gente común, la fábrica es el obstáculo de nuestra satisfacción. Es la fábrica que les debió el sueldo, vete a pedir a la fábrica. ”Los obreros creyeron que estábamos locos, al volver a la fábrica, vendieron los productos y repartieron los sueldos. Luego cerraron la puerta de la fábrica y se fueron.

Después del cierre de la fábrica, mis amigos y parientes nos tuvieron mucha pena. Sin embargo, mi esposa y yo estuvimos muy contentos. De acuerdo con los requisitos del gran maestro, abandonamos la persistencia y el deseo de riqueza y renombre y nos convertimos en los verdaderos practicantes, por lo que estuvimos más cerca de la satisfacción. Mi esposa y yo distribuimos los materiales de propaganda del Falun Gong en cada feria del pueblo contando las historias maravillosas, por ejemplo, uno no murió después del accidente del coche o uno se recuperó del cáncer de la noche a la ma?ana.

Como practicamos el Falun Gong días y noches en casa, esturbamos el descanso de mis padres y mi hijo. Mi padre me persuadió que dejara de practicar el Falun Gong, pero no le hice caso, por al contrario, convocamos los compa?eros de practicante a mi casa para que practicáramos conjuntamente. Les ofrecía la comida y el alojamiento cada vez estaban los compa?eros. Esputos , polvos,  ollas y boles sucios ensuciaron mucho la casa. Mi madre la limpiaba y la ensuciamos otra vez. Mi hijo no pudo aguantar más, re?ó conmigo. Creyó que estaba calumniando el Falun Gong, lo que no pude aguantar y le dio una bofetada. Los padres no tuvieron más remedio que llever a mi hijo a vivir en la casa de mi hermana menor.

Después de que mis padres se fueran, tuve más libertad. Mi esposa y yo condujimos el coche llevando mis compa?eros a hacer la propaganda del Falun Gong. El día 7 de marzo de 1999, volvimos de la propaganda.  A las 11 de la noche, llevé a mis compa?erosa a su casa. Un practicante me dijo: “Quedáte aquí esta noche y no vuelvas, ya que estás muy cansado estos días. ” Le dije : “el maestro me está protegiendo. No te preocupes. ”Luego conduje el coche otra vez. Desafortunadamente en el camino a casa,  me quedé dormido y chocó contra el poste de cable que estaba al lado de la carretera. Tuve fractura en la pierna izquierda y sufrí graves da?os en la cabeza, me desperté 17 días después en el hospital. Al darse cuenta de que estaba tendido en el hospital, arranqué todas las agujas. No tomé las medicinas ni puse las inyecciones diciendo: “soy discípulo del Falun Gong, mi maestro me está probando. ”Quise bajar de la cama y salir del hospital. Mis padres no tuvieron otro remedio que llevarme a casa para la recuperación . En casa no tomé las medicinas ni puse las inyecciones esperando recuperar el cuerpo a través de la práctica. Al contrario, al final me convertí en un cojo para siempre.