la foto de Xie Chenyi cuando estaba vivo
Me llamo Xie Qingjiang, y soy de la aldea de Mengcun del pueblo Hancun del condado de Qingfeng, la Provincia de Henan. Mi padre se llama Xie Chenyi, en sus épocas como era pobre y no tenía dinero para ir a la escuela, pues en toda su vida como un campesino trabajando en el campo. Por eso mi padre siempre quería que sus hijos salieran del pueblo y nos llevaba adelante toda la familia con todos sus esfuerzos.
En 1998, mi madre murió, y durante mucho tiempo mi padre no podía salir de la tristeza de pérdida de su esposa. Siempre se quedaba en casa sin hacer nada ni decir nada. Como el hijo mayor, llevó a mi padre a mi casa para que viviera junto con nosotros. En aquel entonces, hice trabajos peque?os, no estaba estable, mi padre no quería quedarse en casa solo y salía al campo a trabajar. Mi padre ya tenía una edad muy avanzada, pues bo estaba bien de salud. Cuando tenía refriado o fiebre, no nos quería molestar. Cuando no estaba bien de salud, siempre lo aguntaba.
Un día del final de 1998, mi padre estaba paseando en el pueblo, y encontró a una mujer que vendía verduras. Esta mujer le presentó Falun Gong a mi madre y le dijo que el Falun Gong era muy buena y podía eliminar enfermedades, y muchos enfermos con cáncer ya se curaban. También dijo que si practicaban los ancianos, no hacía falta el cuido de los hijos. Al oir todo eso, tenía mucho interés. Además le pedió el libro Zhuan Falun para leerlo en casa.
Como mi padre conocía muy pocos carácteres, no entendía muy bien los clásicos. Encargó a una persona para que le comprara las cintas para escuchar. También fue a los pueblos vecinos para hacer intercambio de experiencias con sus compa?eros de practicante y para que le resolvieran sus dudas en la práctica. Además, estaba diciendo por todas partes y persuadía a los familiares y compa?eros para que ellos practicaran el Falun Gong. Bajo las persuaciones de mi padre, unos siete o ocho personas ya empezaron a practicar el Falun Gong. Estas personas tenían conocimiento y querían hacer cosas por mi padre. Se expandía el grupo de practicantes, mi padre tenía más entusiasmo que antes. Como mi padre tenía más prestigio en el pueblo, y fue elevado como responsable de algunos lugares de práctica.
En julio de 1999, el gobierno prohibió el Falun Gong. Cuando conté esta noticia a mi padre, estaba haciendo la meditación en la cama y no entendía por qué lo hizo así el gobierno. Le persuadí "Si no consideras por ti mismo, tienes que considerar un poco a sus hijos y nietos, a ver, su nieto se va a casar, si sigues así, le da una influencia muy mala y los vecinos le hablan mal." Mi padre dijo "Déjalos hablar lo que les de la gana y no me importa, para mí lo más importante es el Falun Gong."
Como mi padre estaba cada vez más adicto, y hablaba muy poco como si se hubiera convertido en otra persona. No hablaba con amigos ni vecinos, y estaba en un estado muy cerrado. Se encerré a si mismo en la habitación, no hizo nada, sólo hacía meditación y practicaba el Falun Gong. Cuando los familiares le hablaban, algunas veces estaba callado, y otras veces estaba hablando como "Es bueno el Falun Gong, y son buenas la tolerancia, la bondad y la verdad." Posteriormente mi padre estaba enfadado con nosotros y se fue a su casa y vivía solo en su patio.
Después de que se fue mi padre, fui a verlo frecuentemente y le llevaba comidas. Pero cuando volvía por los boles, encontré que mi padre no comía ni una boca. Noté que la salud de mi padre estaba cada vez peor, le persuadimos que dejara de practicar el Falun Gong, pero no nos hizo caso. Dijo que éramos gente normal y no podía entender las ideas de practicantes. También dijo que practicaba el Falun Gong no sólo para él mismo sino también para la seguridad de toda la familia.
Un día de septiembre de 2005, cuando estaba practicando el Falun Gong, se desmayó de repente en la cama, con la cara roja, jadeando, con los sudores en la frente. Afortunadamente lo encontré a tiempo y llamé a mi hijo para que lo llevéramos al hospital. El médico dijo que padecía de esfisema y tenía que ingresar al hospital para la observación. Sin embargo, mi padre no quería estar en el hospital, sin más remedio, el médico le recetaba muchas medicinas y le dijo que las tomara en tiempo. Pero al volver a casa, los compa?eros de practicante de mi padre vinieron a mi casa y dijo que ir al hospital y tomar medicinas podían acumular e incrementar el karma. Estaba enojado y los eché de mi casa. Mi padre creyó en las palabras de su maestro y tiró todas medicinas en el tubo de basura. Los familiares le persuadieron a tomar medicinas, pero no les hizo caso y dijo que el maestro le ayudaría a eliminar karma. Por su bien hice las pastillas en polvo y lo mezclé en su comida, pero mi padre se di cuenta de eso y estuvo enfadado, "No quieren que elimine mi karma, quieren que muera." No teníamos otro remedio que ver con mis propios ojos que la salud de mi padre estaba cada día peor.
Así, la enfermedad de pulmón de mi padre no recibió ningún tratamiento médico, era mucho más grave, con opresión en el pecho y jadeo, además de dejaba de toser.
En el oto?o de 2010, mi padre no dejó de toser por el resfriado. Quería llevarlo al hospital, pero no fue de todas maneras. También dijo "La práctica de Falun Gong no es inútil, estoy tosiendo es porque mi maestro me está eliminando el karma en mi cuerpo para que escupa las cosas negras y tóxicas. Cuando esté limpio, ya no toseré." Mis persuaciones no sirvieron para nada sino que le hicieron más enfadado. Siguió practicando el Falun Gong sin día y noche creyendo que el maestro le estaba protegiendo.
La enfermedad de mi padre no se alivió por su práctica sino cada día más grave. Posteriormente no se podía leventar de la cama y toleraba los dolores de tos. No podemos aguantar más y lo llevamos al hospital a fuerzas, el médico nos dijo que ya era cáncer de pulmón avanzado. En los últimos dos meses, mi padre pasó en la cama del hospital.
El día 25 de diciembre, mi padre nos dejó para siempre. Cuando estaba arreglando las cosas de mi padre, debajo de su cama encontré un libro Zhuan Falun. Estaba tan enojado y lo tiré en la estufa y lo quemé. El libro se convirtió en ceniza.