La paralización de los camioneros en Brasil ha puesto en jaque al país sudamericano con desabastecimientos y problemas en el trasporte.
Así la Asociación Brasile?a de Proteína Animal informó el domingo de la muerte de 64 millones aves y 20 millones de cerdos por falta de comida. En tanto, la Asociación Nacional de Hospitales Privados advirtió en una nota la falta de alimentos para los pacientes, ausencia de médicos, ambulancias paradas y fallas en el recojo de basura, entre otros problemas. Algunas universidades públicas cancelaron sus cursos el lunes y 14 aeropuertos sufren por el no suministro de combustible.
El presidente brasile?o, Michel Temer, se reunió el domingo con su gabinete y asesores para tratar la emergencia.
"No vamos a ceder ahora sin obtener lo que el gremio exige en la calle. Estamos cansados de promesas y nada de acción", aseveró Carlos Alberto Dahmer, presidente del Sindicato de Transportadores Autónomos de Ijuí (RS) a Folha de S. Paulo.
La lista de demandas de los manifestantes incluye retomar el precio del diésel de julio de 2017 y congelarlo por tres meses, así como regular el precio de los fletes de transporte. El Senado votaría esta decisión el lunes.
El Gobierno trató de alcanzar un acuerdo el jueves pasado que no prosperó y el viernes envió al ejército a desbloquear carreteras y a proteger vehículos e infraestructura clave a fin de evitar una crisis mayor.
"El Planalto se equivocó al ignorar las alertas de la revuelta contra la disparada del precio del diésel. Erró de nuevo al negociar con quienes no tenían poder para detener la huelga. Y nuevamente obró mal al abrir el cofre antes de garantizar la liberación de las carreteras", escribió este domingo Bernardo Mello Franco, uno de los columnistas más populares del diario O Globo.
El segundo en las encuestas de cara a las próximas presidenciales, el candidato de la extrema derecha Jair Bolsonaro, apoyó 100 % el paro mas no el bloqueo de rutas.
En tanto, congresistas del Partido de los Trabajadores del expresidente de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva, actualmente en prisión por corrupción pero líder en la intención de voto, también expresaron su respaldo a los transportistas.
El aumento del diésel tuvo su razón de ser en el incremento del precio del crudo y en la nueva política comercial de Petrobras que sigue desde fines de 2016 la cotización internacional del petróleo. En el pasado, era el gobierno quien controlaba su valor.