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Una farsa de "ascender al cielo en pleno día"

2010-06-18 Source:Kaiwind Auteur:Huang Cuiyan

Me llamo Huang Cuiyan, este a?o tengo 49 a?os de edad, residente del pueblo Niu Lanshan en el distrito Shunyi de Beijing. Como estaba obstinada en el Falun Gong, no sólo perdí un buen trabajo sino también quebré la familia. Mi hijo se negó a vivir conmigo, pero esto no hizo vacilar mis convicciones. Al verlo, mi hermana mayor y otros familiares me obligaron al Centro Correctivo de Psicología, donde empecé a "dejar de beber, comer y hablar" para hacer protesta.

En la noche del siguiente día en el Centro, so?é somnolientamente con mi maestro, me diciendo que preparara a lograr la perfección junto con unos discípulos a las 12:00 de la próxima ma?ana, en que aparecería el fenómeno de "ascender al cielo en pleno día". Después de despertarme, no pude creer que era verdadero. Más tarde lo pensaba atentamente, recordé lo que había dicho el maestro, "Hay muchas maneras para lograr la perfección... En nuestro grupo que iremos al mundo de Falun, voy a utilizar esta manera, el ascender al cielo en pleno día... En presencia de tanta gente, con la perfección de esta vez podré dar una lección muy impresionante a las que no están convencidas. Por lo que si mis discípulos logran la perfección en futuro, posiblemente será un espectacular fenómeno muy inolvidable para la sociedad humana." (exponiendo el Fa en el Fahui de Suiza, el 4 y 5 de septiempre de 1998) Imaginando este espectacular fenómeno, me sentí muy excitada. Al amanecer, informé con mucha prisa al director del Centro sobre la buena noticia, y los exigí con justicia que me devolvieran los objetos de Falun Gong aprehendidos, mientras los invité a apreciar el grandioso fenómeno.

Toda la ma?ana me encontraba muy exaltada, y trataba de controlar la emoción para estudiar y practicar el Falun Gong, concentrándome en la meditación. Cerca de las 11:00, empecé a arreglar los objetos que me habían devuelta. Los voluntarios me persuadieron de que no llevara tantas cosas porque todo lo habría en el cielo. No los hice caso, ni negué sus ayudas, tomé la decisión de no dejarles los objetos del maestro absolutamente.

A las 11:30, llevada en el cuerpo la pancarta escrita "Verdadd, Benevolencia y Tolerancia", colgada sobre el pecho emblemas de Li Hongzhi y de "Verdadd, Benevolencia y Tolerancia", tomando libros "Zhuan Falun" y otras disertaciones en el seno y la bolsa, fui con entusiasmo al aire libre a sentarme en el cojín amarillo de ejercicio. En este momento, el director del centro se dirigió hacia mí y me dijo: "Te hago tres sugerencias: primero, haga el favor de llevarte con estos tres compa?eros de práctica, espero que podáis lograr la perfección y ascender al cielo juntos; segundo, no vuelas del Aeropuerto de la Capital. Si choques con el avión, la consecuencia será horrible. El accidente de avión resulta muertos y pérdidas. Si cometes maldades en este momento crítico, no podrás lograr la perfección; tercero, si no quieres el cuerpo de carne, al derretirte no contamines el aire." Asentí con la cabeza, diciendo: "Voy a probar y trato de hacerlo." Llamé a los tres compa?eros de práctica, "Preparémonos enseguida sin perder la ocasión oportuna." Por lo tanto, nosotros cuatros nos sentamos en cojines y empezamos a concentrarnos en la meditación, esperando silenciosamente la llegada del maestro.

El tiempo iba pasando poco a poco y el sol ya había girado al oeste, pero todavía no se notó el asomo de vuelo. Del principio excitada me volví agitada, impaciente e inquieta sin ninguna idea. Por fin, aquellos tres compa?eros de práctica murmuraron y se levantaron a marcharse. No me resigné a eso, seguí sentada concentrándome en la meditación y esperando al maestro. El sol estaba a punto de ponerse y el signo del vuelo tampoco apareció. No pude soportarme más y me desmayé como una pelota desinflada.

Al despertarme, se hacía de noche. Me sentí muy triste por encontrarme en la cama sin ascender al cielo. Pensando todo lo que había hecho para el Dafa durante más de 10 a?os, para comprobar el Fa, resistía a la presión y lo practicaba; para negar completamente organizaciones de las antiguas fuerzas perversas, trataba de "decir la realidad, enviar pensamiento recto y salvar a todos los vivientes"; para proteger el Fa, corté determinadamente la afinidad y abandoné a esposo e hijo. Finalmente, no obtuve nada. Al pensarlo, lloré ruidosamente sin cesar. Los voluntarios quedados en la cama no me consolaron, sino me dejaron llorar por las angustias y penas de estos a?os.

Tras la farsa de "ascender al cielo en pleno día", con la ayuda de los voluntarios, he llegado a entender lo malo e indiferente del camino que tomé antes. En la actualidad, junto al apoyo de los trabajadores sociales, sirvo de depositaria en una empresa privada del distrito Shunyi, y el hijo vuelve a mi lado. Trabajo con mucho entusiasmo y vivo con mucha esperanza.

 

(Kaiwind.com, 2010-01-11)

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