Me llamo Lin Guirong, 56 a?os, y vivo en la comunidad de Lejiaming del distrito de Kuancheng de la ciudad de Changchun, Provincia de Jilin.
Lin Guirong (a la izquierza)
Un día de abril de 2000, cuando estaba limpiando por la calle del anillo norte de la ciudad de Changchun, me encontré con la anciana hermana Liu, entonces me habló de las cosas diarias. A través de la conversación se enteró de que estaba haciendo el trabajo de limpieza y que padecía de enfermedad de artritis, por eso me empezó a presentar el Falun Gong. Me dijo que la enfermedad no era culpa mía sino la de karmas acumuladas. Por medio de practicar el Falun Gong, se pueden eliminar karmas y fortalecer la salud.
Aunque sabía que el Falun Gong era secta, como quería curar mi enfermedad, le creyó en dudas, por eso empecé a practicar el Falun Gong. Me regaló a escondidas unos libros al despedirme y me dijo que con el Falun Gong no hacía falta ir al hospital ni tomar medicinas. De esta manera, entré en el equipo de practicantes de Falun Gong. A medida de la profundización de práctica y aprendizaje, poco a poco creía las teorías de satisfacción de Li Hongzhi. Desde entonces, estaba obsesionada con el libro Zhuan Falun y creía que el maestro me ayudaría a llegar a la satisfacción si practicara con todo corazón. Luego dejé de tomar las medicinas de control de dolor cuando se dolían las articulaciones.
Desde que empecé a practicar el Falun Gong, dejé el trabajo de limpieza, ni siquiera quise hacer trabajos domésticos. Mi esposo, que trabajaba duramente un día, al volver a casa, no podía tener platos calientes, por eso siempre había discusiones entre nosotros, la normalidad de vida familiares se rompió completamente. No me interesaba nada, sólo quería ir a todas partes a practicar el Falun Gong. Así los días pasaron y cada día mucho peor, por lo que mi esposo y los familiares estaban muy anciosos y muy tristes.
A mediados de agosto de 2000, debido a las lluvias consecutivas, no salí a distribuir volantes con mis compa?eros de práctica. Mi marido también estaba en casa descansando. Debido al aire húmedo, me dolían mucho articulaciones de cuatro miembros hasta que no pudiera levantarme. Por eso sentada en la cama bebí agua para aliviar mi dolor. Mi marido me dio unas medicinas analgésicas, pero me negué a tomarlas y le dijo ¨Mi enfermedad es la prueba de mi maestro, si tomara las medicinas, mi maestro no me ayudaría a llegar a la satisfacción, no tendré más dolor si lo practico un poco.¨ Terminadas las palabras, empecé a practicar el Falun Gong, como me dolían mucho y bebía mucha agua, tenía sudores por todo el cuerpo y la camisa estaba mojada. Mi marido me estaba mirando si entender nada...
Un día de noviembre del mismo a?o, volví a casa desde Shenyang y Dalian. Mi marido me vio que llena de sudor, al entrar en casa me tendí eb la cama, por eso supo que me empezaron a doler las articulaciones y eran muy graves esta vez. Me persuadió a ir al hospital, pero insistí que no. Mi marido no tuvo otro remedio que buscar el director de nuestra comunidad. Viendo mi situación, el director me dijo ¨si no fueras al hospital, te cortarían las piernas. Mira tu cara, con tanto dolor.¨ Al pensar que me van a cortar las piernas, fui al hospital. El médico me dijo que mi artritis ya era muy grave, si no recibieras el tratamiento médico, me cortarían las piernas. Me pidió que ingresara al hospital por un periodo de tiempo. Sin embargo me negué a tomar medicinas y volví a casa a la espalda de mi marido.
Mi marido y el director de la comunidad preguantaron al médico sobre el plan de tratamiento para mi enfermedad y los tratamientos adicionales, por eso me recetó las medicinas. Mi marido puso las pastillas en el termo, pora la noche puso azúcar y pastillas en agua que bebía, de esta manera, gracias al cuidado de mi marido de más de 3 meses, mi enfermedad se hizo mucho mejor y fue controlada. En aquel entonces, no supe estas cosas y creía que eran los efectos de mi práctica o que conmovía al maestro.
En la primavera de 2001, cuando estaba participando en las actividades de la comunidad corriendo y saltando, ya no me dolían las piernas, el director me dijo ¨Guirong, tu enfermedad es contralada gracias en mayor medida al cuidado de su marido. Tienes que agradecerle.¨ Sin embargo le refuté ¨Mi marido sólo me da de beber, todo se contribuye a mi maestro que me ayudó a curar mi enfermedad.¨ El director estaba soriendo y me dijo ¨Vuelva a casa a preguntar tu marido para que le cuente la verdad.¨
Preguntó a mi marido para que me contara la verdad. Por eso mi esposo me dijo toda la verdad, luego llamó al director para que viniera a mi casa. Al día siguiente el director vino a mi casa acompa?ado de los voluntarios. A través de explicaciones de voluntarios y los videos que revelan Li Hongzhi y su secta Falun Gong, frente a la realidad, dejé de creer en el Falun Gong, sólo creo en la siencia y en el hospital. Con el tratamiento del médico y el cuidado de mi marido, que me compró el dispositivo de terapia física y el kneepad, sumada la ayuda de los demás, mi enfermedad ya está en control.
En 2002, los directores de la comunidad vieron mi comportamiento y me dieron la oportunidad de servirme de una directora encargada de higiene de la comunidad. Debido mi buen trabajo en el puesto, en 2003 llegué a ser la directora de comunidad de Songjialu del distrito de Kuancheng de la ciudad de Changchun. Desde entonces, entro otra vez completamente en la sociedad y llevo una vida muy feliz.