Me llamo Liao Xinfeng, nacida el día 3 de marzo de 1956, tengo la educación primaria y vivo en el condado de Renhua de la ciudad de Shaoguan de la Provincia de Guangdong.
Me escapé de Zhushen Jiao, entré otra vez en Dios Todopoderoso
Nací en un pueblo en zona de monta?as. Mi padre murió de enfermedad cuando tenía 6 a?os. Mi madre nos llevó adelante a los 8 hermanos. La vida era muy difícil. Después de la escuela primaria, dejé de estudiar y ayudé en los trabajos en el campo. Las personas del pueblo creen en el cielo, yo también creo que el destino de cada uno lo controla el cielo, incluido el matrimonio. Tenía un amante, pero al final en 26 a?os me casé con otro hombre del pueblo vecino que le conocí dos meses antes, quien fue designado por mi familia, es decir mi marido Huang Yongan. En 1999 cuando estaba vendiendo verturas en el condado, oí hablar de ¨Gran desastre 99¨, por eso estaba muy nerviosa. En aquel momento había personas diciendo que si creía en Zhushen Jiao, se podría evitar el desastre. Así me uné al Zhushen Jiao y participé regularmente en las reuniones. En agosto de 2002, el director del pueblo vino a mi casa y me dijo que Zhushen Jiao era una secta, por eso tenía mucho miedo y abandoné el Zhushen Jiao.
En la Fiesta de Primavera de 2004, He Qibing, miembro de Zhushen Jiao y Xiao Zhou de Dios Todopoderoso vinieron de repente a mi casa, y me ayudaron a hacer tareas domésticas, hacer comida y cuidar el ni?o, al mismo tiempo me estaban exagerando los poderes de Dios Todopoderoso. Sólo el Dios Todopoderoso era el único dios verdadero, los demás eran falsos. Sólo con el Dios Todopoderoso, podría escapar de los desastres y llegar a ser inmortal. Además cantaron canciones de esta secta tales como Me arrepiento mucho y Tienen suficiente orgullo, etc. Como soy aficionada a cantar, entré en Dios Todopoderoso en el marzo de 2004. Bajo las persuaciones diarias de He Qibing y Xiao Zhou, fui lavado el cerebro por el Dios Todopoderoso. Como el compa?era de Xiao Zhou, cada noche fuimos al pueblo de Xindong en bicicleta durante tres horas para buscar más creyentes. Desde entonces, no cuidaba la familia y me entregué a los servicios al dios.
“No me toques si no crees en Dios Todopoderoso”
En la reunión, el líder nos dijo que hay que persuadir a los familiares para que lo creyan juntos, así que el dios protegería toda la familia. Como me casé con mi marido bajo las exigencias de mi familia, no era mi intención, no llevaba muy bien con mi marido. Con la instrucción del líder, quería que mi marido también creyera en Dios Todopoderoso, por un lado servir al dios, por otro lado fortalecer el sentimiento de los dos con algo común. Por eso dije a mi marido ¨el fin del mundo llegará con un sinfin de desastres, sólo los que crean en Dios Todopoderoso pueden escapar los desastres y llegar a ser inmortal, mientras tanto los que no lo crean bajarán al infierno.¨ No importa lo que yo le dijera, mi marido no lo creía. El líder dijo que mi marido debería leer los libros de Dios Todopoderoso, poco a poco lo creería naturalmente. Sin embargo mi marido no lo creía. No tenía más remedio que leer el libro a mi marido, pero no tenía el interés y siempre se quedó dormido cuando le estaba leyendo. Posteriormente fingí que no conocía algunos caracteres y preguntaba a mi marido, pero mi marido sólo me ense?ó una vez, por eso esta forma no funcinó.
Así se duró medio mes. Una noche cuando estaba leyendo el libro Las palabras demuestran en el cuerpo, mi marido no dejó de acercarme, se me ocurrió que si no creía en Dios Todopoderoso, no tendría relaciones sexuales con él, a ver cuantó podría aguantar. Por eso aparté con fuerza la mano de mi marido y lo dije seriamente ¨Si no crees en Dios Todopoderoso, no me toques más.¨ Mi marido fue asustado por mi cara seria y giró al otro lado. En los días siguientes, seguía leyendo atentamente el libro antes de dormir y mi marido intentó acercarme varias veces, fue rechazado por mis palabras frías y serias. Así se pasó medio mes, mi marido no podía aguantar más y me dijo ¨Yo también creo en Dios Todopoderoso.¨ Estaba muy contenta porque mi marido, finalmente, tenía la misma creencia conmigo. Desde entonces, trataba muy bien a mi marido, y satisfacía sus necesitades fisiológicas para que creyera en el Dios Todopoderoso con todo corazón. En aquel entonces, teníamos 10 acres de tierra, dos estanques de peces y dos cerdas. Como todos los día iba a las reuniones de Dios Todopoderoso, me dedicaba casi enteramente en servir al dios, por eso mi marido se encargaba de todos los trabajos de casa, al mismo tiempo tenía que cuidar a dos hijos. El ingreso de familia se hizo peor, así que la vida era más difícil. Por eso mi marido tenía la idea de abandonar el Dios Todopoderoso. Una vez volví a casa desde las reuniones, mi marido se enfadó conmigo quejando que no hice trabajos en casa ni en el campo y, él solo no podía aguantar todo. Al escuchar lo que dijo mi marido, empecé a hacer los trabajos domésticos y en la noche lo satisfací sexualmente, así que mi marido volvió al mundo de Dios Todopoderoso. Otra vez mi marido quería abandonar el Dios Todopoderoso por el cansancio de trabajos en el campo, me enfadé con él y me alejé de él en la noche. Mi marido no mencionó la idea de abandonar el Dios Todopoderoso desde entonces para la felicidad de la familia. Por eso poco a poco se hizo adicto.
Me arrepiento mucho
Posteriormente, los voluntarias antisectas se enteraron de la situación de mi familia y me empezaron a persuadir y educar. Me arrepiento mucho y está agradecida por haber salido afortunadamente de la secta recordando la experienia absurda con mi marido.