Foto reciente de Luo Youjia
Me llamo Luo Youjia, 41 a?os, y vivo en No.23 del Pueblo Laodong del distrito Beipei de la ciudad de Chongqing. Falun Gong me dio un pasado oscuro que cada vez lo recuerdo, me arrepiento mucho. En 1998, me casé con mi marido y vivíamos en un apratamento con dos habitaciones. Aunque no teníamos ingresos muy altos, mi marido cuidaba mucho la familia y hacía tareas domésticas. Además me tenía mucho cari?o y llevábamos una vida muy feliz y tranquila.
A medida de que nuestra hija nació y creió, como madre sentía que me dolía abdomen abajo y tenía síntomas de hemorragia. A través del tratamiento médico, los síntomas no desaparecieron completamente, lo que me atrajo mucha molestia. En una reunión familiar en 2008, ¨Probablemente porque no sigas practicando el Falun Gong, me siento muy bien después de empezar a practicar el Falun Gong¨, mi tía me dijo después de saber mi situación. Así que empecé a practicar el Falun Gong, después de la práctica de unos meses, me sentía mejor, por eso creía que el Falun Gong era mágico.
Encontré el Zhuan Falun, las cintas de Falun Gong y el cuadro del maestro Li Hongzhi, todos los día al leventarme, empecé a practicar el Falun Gong y me dediqué a estudiar cómo podría avanzar en la práctica. Poco a poco fue confundida por la Fa ¨sofisticada¨ en el libro y creía que tenía mucha razón. Bajo las tentaciones de ¨eliminar el deseo de la fama y riqueza para llegar a la satisfacción¨, pedí la baja a mi empresa y me quedé en casa practicando el Falun Gong a fin de ¨elevar el nivel¨, llegar a la ¨satisfacción¨ e incluso ¨convertirse en dios¨.
Mi familia no tenía mucho dinero y mi hija estaba en la escuela primaria, por eso estábamos en el momento de utilizar el dinero. Como ya no trabajé, toda la familia dependió del ingreso de mi marido. Mi marido, quien es muy honesto, al ver que yo estaba adicta al Falun Gong, estaba muy preocupado y me dijo, ¨Practicar el Falun Gong no le da comer, ahora en la sociedad la competición es muy tensa, si no trabajas, será una gran pena perder el trabajo.¨ ¨Has practicado el Falun Gong por mucho tiempo, ?tu emfermedad se mejoró? Por el contrario, estás más delgada.¨ Es verdad lo que dijo mi marido. Los síntomas no se aliviaron. Por eso pensaba que es porque yo no me concentraba en la práctica, me decidí a seguir practicando y no hice caso a mi marido. Mi maestro dijo, ¨Para practicar, hay que dejar la persistencia, los deseos y las trivias de la vida.¨ En los días siguientes, dejé tareas domésticas y mi hija a mi marido y me dediqué en el aprendizaje de Fa. El ingreso de mi marido ya no pudo apoyar la familia, pero saqué el dinero de los costes de vida para comprar herramientas destinadas a hacer materiales de Falun Gong.
En el verano de 2009, hacía un calor tremendo, como en mi casa no había aire condicionado, la casa era como una olla de vapor. Un día, mi hija volvió a casa de la escuela y me gritó ¨Mamá, dame 1 yuan y quiero comprar un helado.¨ No dudé en dárselo en el pasado, pero no sabía porqué y le dije ,¨Si estás tranquila, te sentirás frío. Venga a practicar el Falun Gong conmigo.¨ Luego no le hizo caso.
Mi hija no tuvo más remedio y bebió el agua fría y empezó a hacer trabajo de escuela. A las 12 de la medianoche, en el cuarto de mi hija se oyeron gritos de dolor. Fuimos a ver mi hija y se estaba rodando en la cama por el dolor del estómago. En seguida mi marido levantó a mi hija y la quería llevar al hospital, pero se lo impedí agarrándolo y le dije, ¨No sirve para nada ir al hospital, no desgaste el dinero en eso, como no creen en el Falun Gong, ahora reciben el castigo. Sólo practican el Falun Gong conmigo, no tendrán enfermedad¨. Mi marido estaba muy furioso y me dio una bofetada en mi cara y me gritó ,¨ Mira lo que ha hecho, ?te merece ser una madre?¨ Luego salió de la casa con mi hija sin mirar hacia atrás. Sin embargo maldije, ¨recibirán castigos si no practican el Falun Gong.¨
Desde entonces, me alejaba de mi marido y mi hija poco a poco y en mi casa no se oyen las risas de mi hija.
En 2010, mi hija estaba en el quito grado de la escuela primaria, para que no influyera el estudio de mi hija, mi marido la mandó a la casa de sus abuelos. Mi marido estaba ocupado en el trabajo, saliendo temprano y volviendo tarde, en los fines de semana se fue a la casa de los abuelos a reunirse con ellos y mi hija. Por eso la casa estaba muy tranquila.
Un día de noviembre de 2011, fui a casa de mis padres y quería llevar a mi hija a casa. Sin embargo mi hija no quería volver comigo y lloró, me enfadó y la golpeó. ¨?Qué estás haciendo? Eres una adicta, ?quieres arruinar el futuro de su hija?¨, mi madre me rega?ó. Volví a mi casa sola, me quedé en reflexión viendo que mi marido, mi hija, amigos y familiares se me alejaron. ?acaso estoy equivocada?
Después de esta experiencia dolorosa, parace que tuve una pesadilla. Ahora volví a mi trabajo, llevé a mi hija a casa, las tres personas se volvieron a reunir juntos. Tuve un suspiro de alivio al ver las sorisas de mi marido y mi hija, que desaparecieron hace mucho tiempo.